Aparato locomotor humano: anatomía, partes y funciones
El sistema motor se define, funcionalmente, como el conjunto de estructuras que permiten a nuestro cuerpo realizar cualquier tipo de movimiento. Contrariamente a la creencia de muchas personas, un sistema locomotor tan avanzado no es necesario para la vida, ya que los humanos primitivos como los gusanos de teja o los nematodos no lo necesitan para interactuar con el medio ambiente, ya que utilizan un esqueleto hidrostático y músculos especializados. .
Sin embargo, este complejo de huesos, músculos y articulaciones es esencial para las relaciones de los vertebrados con el medio ambiente y para el soporte de los órganos en el espacio tridimensional.
Esto se debe a que los humanos y otros animales terrestres estamos sujetos a una fuerza constante que ejerce presión sobre nuestros músculos y articulaciones: la gravedad. Por ello, un sistema férreo y sólido que asegure nuestra forma (al igual que las vigas sostienen la estructura de un edificio) es fundamental para el movimiento y la relación con el entorno. Si quieres saber todo lo que se requiere sobre el sistema locomotor humano, sigue leyendo.
Aparato locomotor humano: un sistema esencial
Del latín lugar (lugar) y movimiento (movimiento), la Real Academia Española de las Lenguas define la locomoción como “el movimiento de un lugar a otro”. Desde un punto de vista biomecánico, este término hace referencia a las diversas adaptaciones que reciben los animales para ellos superar las fuerzas que surgen en tu entorno a medida que te mueves.
Como ya hemos dicho, el simple hecho de estar de pie ya es todo un reto, por ello la persona debe vencer una fuerza de gravedad constante de 9,81 m/s2 (1g). Diversos estudios han calculado que el esqueleto humano puede soportar fuerzas de hasta 10g (la «g» hace referencia a la famosa fuerza G) hasta romperse, es decir, una fuerza 10 veces superior a la que experimentamos a diario en la Tierra. . .
Por otro lado, se estima que la locomoción puede ocurrir bajo fuerzas de hasta 4,6 g, ya que con una gravedad superior a 5 g, un atleta bien entrenado ya no sería capaz de levantarse de la cama o de la silla.
Afortunadamente, los humanos no tenemos que lidiar con una fricción intensa ya que el aire es una mezcla homogénea de gases que es fácil de navegar, pero para otras personas vivas el principal obstáculo cuando se trata de movimiento es la fricción del agua o la tierra. Todos estos datos, que parecen anecdóticos, muestran cuán especializado es el sistema locomotor de nuestra especie: estamos listos para venciendo la fuerza gravitacional de la tierra, levantándose y haciendo movimientos en un medio compuesto principalmente de aire.
¿De qué está hecho?
El sistema musculoesquelético está formado por el sistema osteoarticular, es decir, huesos, articulaciones y ligamentos, y el sistema muscular. Describir todas las partes precisas de este complejo conglomerado es una tarea prácticamente imposible, ya que el esqueleto de un adulto está compuesto por 206 huesos, 360 articulaciones y 639 músculos (mínimo).
En cambio, podemos agrupar las partes esenciales del sistema musculoesquelético en una serie de categorías generales, poniendo sus usos en perspectiva con ciertos detalles. Ve hacia eso:
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Huesos: un esqueleto adulto pesa 17 kilogramos, que es un kilogramo de calcio. Un trozo de hueso puede soportar hasta 9 toneladas de peso.
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Articulaciones: La humanidad tiene 360 artículos y, curiosamente, 86 de ellos se encuentran en el cráneo.
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ligamentos: conectan los diversos órganos y estructuras entre sí. En las rodillas tenemos 8 ligamentos.
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Músculos: El 40% del peso de una persona corresponde a masa muscular. El rango total de músculos en el cuerpo humano está entre 650 y 840.
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tendones: estructuras que conectan los músculos del hueso.
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Como vemos, el aparato locomotor consta de dos grandes bloques: el aparato osteoarticular, que comprende los tres primeros grupos ya enumerados, y el aparato muscular, que incluye músculos y tendones.
De particular interés es que el número de músculos en el cuerpo humano puede variar, no porque los humanos muestren variabilidad morfológica, sino porque no existe una definición completa y objetiva de la palabra «músculo». Dependiendo de si el experto en cuestión incluye o no tejidos en movimiento involuntario, el músculo humano puede tener entre 639 piezas y 840 piezas.
¿Qué funciones realiza?
Tal como lo cubre el propio concepto en su terminología, la función de este sistema se considera fácilmente que es la movilidad. Los huesos son los encargados de proporcionar la base mecánica del movimiento, ya que son lugares de entrada de los músculos (a través de los tendones) que actúan como «palanca» para realizar el movimiento.
Por otro lado, las articulaciones, con la ayuda de los ligamentos, conectan dos o más huesos entre sí a través de un área de contacto. Esto permite que los huesos se desplacen más allá de su estructura funcional, lo cual es imposible por sí solos ya que son tejidos fuertes, duros y resistentes. Por último, pero no menos importante, tenemos músculos, los verdaderos productores del movimiento mediante acciones de contracción e intercambio. Esto es posible porque los músculos están conectados al sistema nervioso, que controla su funcionalidad.
Es posible que nos rebajemos al agrupar las funciones de estos sistemas perfectamente integrados en algo tan simple como pasar del punto A al punto B. Por ejemplo, la musculatura tiene muchas más funciones: la actividad motora de la musculatura, el órgano interno, la información del estado fisiológico de el individuo, facial. el mimetismo (comunicación y expresión de emociones), la estabilidad, la postura, la producción de calor y la forma tridimensional del cuerpo, entre muchas otras cosas.
En cualquier caso, cuando un sistema humano se reduce a una clase fisiológica, perdemos todo tipo de matices que enmarcan su importancia en nuestra vida cotidiana de forma mucho más eficaz. Así que más allá de la lista de sus partes y funciones, vamos a dedicar estas últimas líneas a explorar qué sucede cuando el sistema locomotor falla en nuestra especie.
Enfermedades del aparato locomotor humano
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos musculoesqueléticos son la principal causa de discapacidad en todo el mundo. El dato es alarmante, ya que se considera que uno de cada tres y uno de cada cinco padecen una afección osteicular o muscular doloroso en cualquier momento y lugar, respectivamente. Estas cifras astronómicas no acaban aquí, ya que existen más de 150 trastornos musculoesqueléticos que afectan directamente al sistema musculoesquelético.
Algunas patologías como la fibromialgia, la hernia de disco lumbar, la artritis, la artrosis o el lumbago son enfermedades que afectan al movimiento y están muy extendidas en la población. Por ejemplo, ¿sabía que hasta el 80% de la población mundial experimentará al menos un episodio de dolor lumbar durante su vida? La prevalencia, es decir, el número de casos en un momento dado en España, es casi del 15%.
Este tipo de trastornos son característicos que pueden afectar las articulaciones, los huesos, los músculos y la columna vertebral. impidiendo la capacidad del paciente para funcionar y cumplir su rol social, que afecta no solo físicamente, sino también emocionalmente. Por ello, y tomando una muestra, más de 2 millones de personas en un intervalo de seis meses en cualquier población dada dejan de realizar sus actividades principales por trastornos de la columna.
Desafortunadamente, este tipo de cifras pueden caer en saco roto en una persona completamente sana. Es triste pero cierto, porque muchas veces la gente no entiende lo que tenemos hasta que lo perdemos. Esto pone en perspectiva que el comportamiento y el movimiento son esenciales para todos, no solo para realizar tareas sino para estar en forma. y el desarrollo emocional del individuo. No lo olvidemos: la independencia es un tesoro.
Conclusiones.
Como hemos visto en estas líneas, la integración de sistemas tan complejos como el aparato locomotor en huesos, articulaciones y músculos sería un grave error. Para obtener un marco general de este tipo de maquinaria compleja, se necesita más: enmarcarlos desde una perspectiva evolutiva, conocer todos los sistemas que los fabrican y aprender qué sucede cuando fallan. A pesar de intentar encontrar todos los aspectos posibles, no podemos negar que nos quedan conocimientos suficientes para escribir muchos libros.
Se estima que más o menos los adultos pesan 70 kilogramos 30 billones de células, cada uno realizando funciones esenciales de nuestro cuerpo, ya sea integrado en tejidos especializados o de forma autónoma. Por lo tanto, cubrir cada rincón y grieta de nuestros sistemas es una tarea fundamentalmente imposible, pero una cosa nos queda clara después de leer estas cifras: el cuerpo humano es una verdadera maravilla biológica.
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