Apnea del sueño: causas, síntomas y tratamiento
El descanso adecuado es un requisito previo para poder disfrutar de una buena salud. Los problemas de sueño son muy comunes en la población, aunque no todos los casos de insomnio tienen la misma causa. Muchas personas experimentan problemas de sueño debido al estrés y la ansiedad, aunque el insomnio puede tener causas orgánicas. Un porcentaje importante de personas con problemas de sueño lo hacen por un motivo concreto: la apnea del sueño.
Debido a que es un fenómeno que ocurre cuando el paciente se queda dormido, a veces pasa mucho tiempo antes de que finalmente se diagnostique. Quienes padecen este problema suelen roncar durante el sueño, padecen fatiga crónica o se despiertan con frecuencia por la noche.
Dada la enorme disrupción que esta patología provoca en el día a día de una persona, es importante hacer un diagnóstico precoz e implementar el tratamiento adecuado, para que el paciente pueda descansar con normalidad y sin ningún riesgo para su salud. En este artículo hablaremos de la apnea del sueño, repasando no solo qué es, sino también sus causas, síntomas y tratamientos.
¿Qué es la apnea del sueño?
La apnea del sueño es un trastorno que puede conducir a complicaciones graves, ya que interfiere con la respiración de una persona mientras duerme.. Estas fracturas, que duran varios segundos, suelen repetirse a lo largo de la noche y no suelen ser sentidas por el propio paciente, sino por la persona que duerme a su lado.
Este trastorno puede ocurrir a cualquier edad, aunque es más común en los hombres. Además, veremos más adelante que existen factores de riesgo específicos que harán más probable la aparición de este fenómeno.
Sin embargo, no podemos hablar de un tipo de apnea hay tres clases diferentes dependiendo de la causa causando insuficiencia respiratoria. Para entender las diferencias entre los tipos de apnea, es importante aclarar algunos conceptos:
- Apnea: Ocurre cuando hay un cese completo de la respiración.
- hipopnea: Ocurre cuando la respiración es demasiado lenta o superficial.
- hipoventilación: Ocurre cuando los niveles de oxígeno y dióxido de carbono están fuera de lo normal.
Teniendo en cuenta estas definiciones, se han establecido tres tipos de apnea.
1. Apnea obstructiva del sueño
Este tipo ocurre debido a la relajación de los músculos de la garganta. Se desarrolla una obstrucción de las vías respiratorias superiores, lo que provoca apnea e hipoplasia.
2. Apnea central del sueño
El defecto está en el cerebro, ya que no envía las señales adecuadas a los músculos encargados de la respiración. En este caso también se observa apnea e hipoplasia, pero las vías respiratorias no están obstruidas.
3. Síndrome de apnea del sueño complejo
En este caso, la persona no experimenta apnea o hipoplasia, sino hipotermia.
Causas de la apnea del sueño
En el caso de la apnea obstructiva, eso es lo que sucede relajar los músculos en la parte posterior de la garganta. A medida que se relaja, las vías respiratorias se estrechan y cierran. Esto evita que la persona obtenga suficiente aire, lo que reduce los niveles de oxígeno en la sangre. El propio cerebro detecta esta deficiencia y automáticamente activa a la persona para que se despierte, de modo que las vías respiratorias puedan reabrirse.
Este mecanismo despierta continuamente al paciente a lo largo de la noche, lo que le impide alcanzar estados profundos de sueño y, por tanto, conseguir un sueño realmente reparador.
Para la apnea central, como ya hemos discutido, el problema radica en las señales que emite el cerebro a los músculos respiratorios. Esto se debe a que estos músculos no hacen su trabajo y la respiración no se produce durante unos segundos. Después de este descanso, la persona a menudo se despierta con dificultad para respirar. Además de lo comentado, se conocen una serie de potenciales factores de riesgo para la aparición de apnea del sueño:
- Exceso de peso: Las personas obesas tienen más grasa alrededor del tracto respiratorio superior, lo que contribuye a la dificultad para respirar.
- Sexo: Los hombres tienen un mayor riesgo de desarrollar apnea del sueño que las mujeres. Esta diferencia desaparece si la mujer es obesa o está en la menopausia.
- Años: Las personas mayores son más propensas a sufrir apnea del sueño.
- Genética: Se ha observado que aquellos con familiares que padecen apnea del sueño tienen un mayor riesgo de padecerla. Además, algunos cambios genéticos como el síndrome de Down pueden favorecer la apnea, ya que la lengua y las amígdalas en estos casos son más grandes de lo normal.
- De fumar: El consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar apnea del sueño. Esto se debe a que el tabaco nutre las vías respiratorias superiores y contribuye a la retención de líquidos.
- Otras enfermedades: Las personas con determinadas patologías pueden tener un mayor riesgo de padecer apnea del sueño. Ejemplos de esto son la diabetes tipo 2 o la enfermedad de Parkinson.
Síntomas y complicaciones de la apnea del sueño
Las personas con apnea del sueño pueden mostrar ciertos síntomas característicos. A menudo, la mayoría de estos síntomas no son percibidos por la persona afectada, sino por quienes duermen cerca de ella.. Los síntomas más comunes incluyen: ronquidos fuertes, dificultad para respirar durante el sueño, migrañas matutinas, sequedad de boca, insomnio, hipersomnia y fatiga durante el día, irritabilidad, problemas de atención y concentración y alteraciones cognitivas.
Cuando la apnea del sueño no se detecta a tiempo, puede causar complicaciones en el paciente. Éstos son algunos de ellos:
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Dificultades en el desempeño diario.: Las personas con apnea del sueño no tratada a menudo sufren de insomnio severo o una sensación de fatiga severa y crónica. Esto puede hacer que la persona tenga un mal desempeño en el trabajo y, en el caso de los niños, en la escuela. La somnolencia diurna puede provocar problemas graves, como quedarse dormido mientras conduce un vehículo, lo que puede provocar accidentes automovilísticos. En algunos pacientes también se pueden notar síntomas de irritabilidad e incluso depresión.
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Problemas cardiovasculares: La apnea produce una caída brusca de los niveles de oxígeno en sangre, lo que puede provocar un aumento de la presión arterial. Esto puede dañar el sistema cardiovascular, especialmente cuando se trata de apnea de tipo obstructivo. En este caso, el riesgo de sufrir un infarto o un derrame cerebral aumenta considerablemente. Además, los pacientes que padecen apnea del sueño y también padecen enfermedades cardíacas pueden sufrir muerte súbita. En algunos pacientes, el desarrollo de apnea del sueño de inicio tardío puede conducir al desarrollo de diabetes tipo 2, cáncer, Alzheimer y ataque cardíaco.
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Intervenciones quirúrgicas y anestésicas: Los pacientes con apnea tienen mayor riesgo en intervenciones médicas que requieren anestesia general debido a sus dificultades respiratorias.
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Complicaciones hepáticas: Los pacientes con apnea del sueño a menudo muestran una función hepática alterada y una tendencia al hígado graso o cirrosis.
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Problemas interpersonales: Además de todas las complicaciones médicas que hemos mencionado, no podemos olvidar el posible impacto de este problema de salud en los familiares del paciente. Aquellos que duermen cerca de la persona con apnea pueden experimentar el mismo mal sueño debido a los sonidos que hacen mientras duermen. Además, puede ser un problema en la vida de pareja, ya que puede ser una barrera para su intimidad.
Tratamiento de la apnea del sueño
Existen diferentes tipos de tratamientos para la apnea del sueño. Al principio, Es crucial determinar las posibles causas de la misma, así como el nivel de gravedad.. A veces hay apnea leve en severidad y el problema se puede solucionar modificando el estilo de vida del paciente, realizando algunos cambios como:
- Adelgazar, de forma que mejore el estado de las vías respiratorias y la entrada de aire.
- Ejercicio físico, que fortalece el sistema respiratorio y contribuye a la pérdida de peso.
- Evite el alcohol, el tabaco, la cafeína y las pastillas para dormir.
- Ajuste su postura mientras se relaja, evitando dormir boca arriba para promover el funcionamiento normal del tracto respiratorio.
- Mantener una rutina de sueño ordenada, de forma que el paciente se vaya a dormir siempre a la misma hora.
Sin embargo, en apneas más o menos severas, estos cambios no serán suficientes y requerirán la implementación de intervenciones específicas. Los más utilizados son:
1. Presión positiva constante en las vías respiratorias
Este tratamiento se utiliza en casos de apnea moderada o severa. Se trata del uso de una máquina que, a través de una máscara, genera presión en el aire para despejar las vías respiratorias del paciente. Esta alternativa es la más eficaz y la más utilizada., aunque no es fácil de usar. Debido a que dormir con una máscara puede ser muy incómodo, este tratamiento suele ser bajo.
2. Dispositivos orales
Estos dispositivos permiten mantener abierta la garganta del paciente. Si bien no es tan eficaz como la presión positiva constante en las vías respiratorias, puede ayudar con los ronquidos y aliviar la apnea del sueño más leve. Además, su uso es menos engorroso e incómodo.
3. oxígeno suplementario
A través de varios dispositivos, el paciente puede recibir una dosis extra de oxígeno. Esta estrategia se puede utilizar en casos de apnea central.
4. Cirugía
La cirugía es el tratamiento más invasivo, por lo que siempre se mantiene como último recurso en caso de tratamientos previos. Los tipos de cirugía que se realizan en estos casos incluyen: extracción de tejidos, introducción de implantes o estimulación nerviosa del nervio que controla el movimiento de la lengua. Estas intervenciones aún se están probando y carecen de la fuerza de las ya mencionadas.
5. Medicamentos
Algunos medicamentos parecen ser efectivos en el tratamiento de la apnea, como triazolam.
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