Dieta mediterránea: qué es, beneficios y alimentos incluidos
Toda la comunidad científica está de acuerdo con la idea de que nuestra alimentación es uno de los aspectos más determinantes de nuestra salud en el mediano y largo plazo. Los estilos de vida saludables alivian y previenen un gran número de enfermedades, especialmente las de carácter crónico, como la obesidad, la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares.
No es casualidad que este tipo de problemas de salud sean las causas más comunes de mortalidad en la población mundial. La medicina ha evolucionado y, afortunadamente, las personas ya no mueren a causa de enfermedades infecciosas y transmisibles. Estos ya están bajo control gracias, entre otros avances, a las vacunas. Si bien este es un logro positivo que ha permitido a las personas alargar su expectativa de vida, también se permite más tiempo para padecer enfermedades crónicas que están íntimamente ligadas al estilo de vida.
Este cambio de modelo asistencial ha llevado no sólo a la necesidad de conocer los tratamientos adecuados para estas enfermedades, sino también cómo prevenir su aparición. Una de las claves de la ciencia ha sido la forma en que nos alimentamos.
La evolución de la comida.
En los últimos años nuestra dieta ha evolucionado, pero no precisamente en el sentido positivo. La producción de alimentos procesados ha aumentado frente a los frescos y naturales Y debido a nuestro estilo de vida acelerado, dedicamos menos tiempo a preparar comidas. Esto significa que comemos alimentos más calóricos, que tienen un mayor contenido de grasas, azúcares libres y sodio. Al mismo tiempo, redujimos nuestro consumo de frutas, verduras y fibra. Además, ahora tenemos individuos mucho más sedentarios, por lo que muchas veces hacemos mucho menos ejercicio físico que el mínimo requerido para una salud adecuada.
Si bien esta actitud puede parecer aterradora, la buena noticia es que nuestros hábitos se pueden cambiar de manera más saludable. Los requerimientos nutricionales varían ligeramente en función de las características de cada persona (edad, sexo, cantidad de actividad física…). Sin embargo, los principios básicos de una dieta equilibrada son comunes a todos.
La llamada dieta mediterránea es un patrón de alimentación que ha sido reconocido en los últimos años como muy beneficioso para nuestra salud. Si bien es posible que hayas oído hablar de él, lo cierto es que no siempre está claro qué es y cómo se puede beneficiar de él. Si te interesa saber más al respecto, sigue leyendo, porque En este artículo examinaremos qué es la dieta mediterránea, qué alimentos contiene y cómo puede beneficiar nuestra salud..
¿Qué es la Dieta Mediterránea?
La dieta mediterránea es un patrón alimentario basado en la cocina tradicional y los productos de la cuenca mediterránea.. Sin embargo, cualquier persona de cualquier parte del mundo puede pensar conscientemente en adoptar este estilo de dieta.
En general, este tipo de dieta supone una reducción del consumo de carnes y carbohidratos a favor de las verduras y grasas monoinsaturadas. En concreto, la dieta mediterránea se trata de basar tu dieta en alimentos como verduras y frutas, legumbres, pescados, carnes blancas, pasta, arroz y frutos secos.
Además, el vino también se consume con moderación. Uno de los productos imprescindibles de la dieta mediterránea es el aceite de oliva, que es la grasa principal. Este producto, conocido por muchos como “oro líquido”, es rico en ácido oleico y grasas vegetales, además de carotenos y vitamina E. Este estilo de alimentación no incluye otros tipos de aceites ni mantecas. De igual forma, se limita el consumo de carnes rojas, dulces y huevos.
Es un estilo de vida completo siguiendo la dieta mediterránea, ya que además de este tipo de alimentos se siguen recetas con productos de temporada, elaborados de forma tradicional. Además, se promueve el aspecto social de la comida, y la comida sirve como punto de encuentro de familiares y amigos, celebraciones festivas, etc. Eso sí, para sacarle el máximo partido a este tipo de dietas es necesario mantener una práctica regular de ejercicio.
En la práctica, es interesante seguir algunas pautas para seguir un estilo gastronómico mediterráneo:
- Procura que la base de tus platos sea verdura o legumbres y añade pequeñas cantidades de pescado, marisco o carne blanca.
- Entre comidas, intente comer frutas o nueces en lugar de alimentos procesados.
- Use aceite de oliva como grasa en lugar de mantequilla.
- Sazone y prepare sus comidas de manera sencilla, sin salsas ni jugos.
Si bien esta dieta tiene numerosos beneficios que veremos más adelante, es cierto que hay algunos puntos que es importante considerar con el médico de referencia:
- Evita abusar del aceite de oliva y los frutos secos, ya que esto puede aumentar de peso.
- El suministro de hierro puede ser bajo. Procura ingerir alimentos ricos en este componente o vitamina C, ya que favorece la absorción del hierro.
- La deficiencia de calcio puede deberse a comer pocos lácteos, por lo que no dudes en consultar a tu médico.
- Aunque el vino moderado es parte de esta dieta, algunas personas pueden no consumir alcohol. Por lo tanto, consulte este punto con su médico para ver si este es el caso.
¿Cuáles son los beneficios de la dieta mediterránea?
La dieta mediterránea es reconocida por la ciencia como un estilo de alimentación saludable. Prueba de esto es Los países mediterráneos tienen una incidencia de enfermedades cardiovasculares mucho más baja que Estados Unidos, a pesar de que el consumo de grasas es mayor. Esto se debe a que las personas en el Mediterráneo consumen grasas monoinsaturadas de alimentos como el aceite de oliva o el pescado azul. Estos tipos de grasas son mucho más saludables que las grasas saturadas y trans, que son mucho más populares en la dieta estadounidense.
Los beneficios de la dieta mediterránea alcanzan su máximo cuando se combina con ejercicio físico diario de al menos 30 minutos durante cinco días a la semana. Si se cumple este requisito, este tipo de dieta ayuda a perder peso, controlar la presión arterial y el colesterol. Además, previene el deterioro cognitivo.
Si esto no te parece suficiente, debes saber que la dieta mediterránea es ideal para ejercitar los riñones y el corazón. Del mismo modo, los estudios muestran que las tasas de mortalidad por cáncer son más bajas para aquellos que siguen una dieta mediterránea contra los que no.
Además de todo lo dicho, la dieta mediterránea se considera una dieta con un gran poder antioxidante, gracias a su bajo contenido en grasas saturadas y azúcares y su riqueza en fibra y vitaminas. Por supuesto, la dieta mediterránea tradicional se está adaptando a los nuevos tiempos e incorporando nuevos alimentos y formas de preparación, aunque sus principios y las propiedades que aporta siguen siendo los mismos.
Reseñas de la dieta mediterránea
muchos autores tras criticar que este modelo de dieta es una construcción más artificial que una realidad en los países mediterráneos. Como se ha mencionado, nunca se ha consumido en ningún país de la cuenca mediterránea. Los estudios epidemiológicos al respecto muestran que en estas zonas se comen huevos, carne y pescado a diario y de postre tanto dulces como frutas.
En el caso concreto de España, los estudios han demostrado que la dieta se basaba en cereales, legumbres y patatas, hasta los años 60 y 70, con escasez de verduras, frutas y pescado. Además, en la década de 1970, cuando la producción de frutas, verduras y aceite de oliva superior, se priorizó la exportación frente al comercio nacional.
Es decir, hasta la llegada de los años 80 la población española no podía disfrutar de estos productos. En el caso específico del aceite de oliva, su exportación ofreció muy buenos beneficios, por lo que en su lugar se incentivó el consumo de aceite de girasol y soja. De esta forma, los españoles iniciaron un auténtico agotamiento del aceite de oliva por parte de los españoles en los años 90.
conclusión
En este artículo En este artículo necesitamos saber qué es la dieta mediterránea, sus beneficios y riesgos y cómo se puede implementar. La alimentación es uno de los pilares de nuestra salud, y sin embargo en los últimos años nuestra forma de nutrirnos se ha deteriorado drásticamente.
Esta dieta ofrece una alimentación a base de frutas, verduras, cereales, aceite de oliva, pescados y carnes blancas dejando de lado los ultraprocesados, carnes rojas, etc. Sus beneficios para la salud están muy extendidos, aunque en la práctica este tipo de dieta no es la que la población mediterránea consume a diario.
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