Los 5 tipos de afonía (causas, síntomas y tratamiento)

El aparato del habla humano es el conjunto de órganos, tejidos y estructuras capaces de generar y amplificar sonidos. para que tengamos una voz que nos permita comunicarnos. En este sentido, no cabe duda de que el desarrollo de este sistema vocal humano es uno de los logros biológicos más importantes de nuestra especie.

La historia evolutiva del hombre no puede entenderse sin el desarrollo de este aparato del habla, ya que nos permite producir sonidos lo suficientemente complejos como para comunicarlos verbalmente, la dimensión diferencial por excelencia para otros animales y, de hecho, el pilar de. nuestra existencia.

En este contexto, no debería sorprender que la generación de voz sea un proceso fisiológicamente complejo. E involucra órganos respiratorios (faringe, laringe, tráquea, pulmones y diafragma), órganos de fonación (laringe, cuerdas vocales, faringe, cavidad nasal y cavidad oral) y órganos articulares (glotis, paladar hendido, lengua, dientes y labios).

Respirar, sonar y hablar son partes fundamentales de la emisión de sonidos que entendemos como la voz.. Y los problemas en cualquiera de las numerosas partes que componen estos tres aspectos del aparato del habla pueden dar lugar a problemas de pérdida total o parcial de la voz. Una condición conocida como afonía en el campo clínico.

¿Qué es la afonía?

La ronquera se define como la pérdida parcial o total de la voz.. En un escenario más columnar, se da el caso de que nos quedamos roncos. Sea como fuere, en la afonía parcial el paciente presentará ronquera; pero afonía completa, podrá, a lo sumo, generar un susurro. Dependiendo de la causa, esta pérdida de capacidad puede generar sonidos de forma repentina o más gradual.

Es una condición clínica asociada a disfunción de las cuerdas vocales (dos bandas de tejido muscular flexible que se encuentran en la parte posterior de la laringe y que, al vibrar, permite la producción de sonidos) o cambios en su estructura, así como . Trastornos de problemas psicológicos o neurológicos que conducen a fallas en la coordinación muscular.

En este contexto, hay muchas causas detrás de la afonía: sobreesfuerzo de la voz, frío excesivo o cambios bruscos de temperatura, uso excesivo del aire acondicionado, padecimiento de reflujo gastroesofágico, consumo de sustancias irritantes (alcohol, tabaco y picantes), padecimiento de trastornos respiratorios, reacciones alérgicas, aparición de nódulos en las cuerdas vocales… Hay muchos disparadores diferentes.

Sin embargo, siempre hay muchas causas diferentes, generalmente debido a lesiones menores y transitorias en alguna parte del sistema del habla. Así que, en la gran mayoría de los casos, la afonía se puede superar en pocos días relajando la voz, hidratándose, evitando la tos, no respirando por la boca (es mejor por la nariz), evitando ambientes ruidosos (porque esto nos obligaba a levantar su voz), utilizando humidificadores de vapor frío, añadiendo frambuesas, haciendo gárgaras con agua y sal…

En cualquier caso, también es cierto que este trastorno vocal consiste en un cambio máximo en la disfonía (daño en el tono, tono, timbre o duración de la voz). puede responder a otros factores desencadenantes que no se limitan a daños menores en las cuerdas vocales, lo que hace que la simetría sea diferente a la típica de «estar ronco». Y es precisamente por ello que debemos distinguir entre las principales clases de afonía.

¿Qué tipos de ríos hay?

Como hemos visto, la afonía se define clínicamente como la pérdida parcial o total de la voz. Sin embargo, a pesar de que los desencadenantes son muy diversos, este trastorno puede clasificarse en función de sus causas generales. Clasificación necesaria para el abordaje terapéutico de la condición aviar. Veamos, entonces, cuáles son los principales tipos de afonía.

1. Afonía orgánica

La afonía orgánica es aquella en la que se produce pérdida vocal por lesiones anatómicas en los órganos del aparato del habla.. Es decir, el tipo de afonía en la que aparece el problema es por daño interno de los tejidos de las estructuras que intervienen en el proceso de respiración, fonación o articulación, siendo la laringe y las cuerdas vocales las estructuras más utilizadas. tiene un impacto.

La laringe es un órgano muscular de naturaleza muscular cuya función, en términos fonológicos, es retener el lugar donde se produce el sonido, y consta de nueve cartílagos. Y esa es la parte final de las cuerdas vocales, dos bandas de tejido muscular flexible que están relajadas, pero cuando queremos generar sonidos, se encogen al pasar el aire a través de ellas, creando una vibración que termina. Producción de sonidos y voces.

En este contexto, irritaciones, reacciones alérgicas, infecciones, trastornos de la glándula tiroides, nódulos o póliposcáncer de laringe, parálisis de las cuerdas vocales por disfunción neurológica, cambios en la coordinación muscular, malformaciones congénitas del aparato del habla, problemas de artritis, enfermedades respiratorias… Estas patologías y otras patologías pueden provocar esta forma de afonía orgánica.

2. Afonía psicógena

La afonía psicógena es aquella en la que la pérdida de la voz surge como síntoma de un problema psicológico. Es decir, el tipo de afonía es que el problema no surge por daño en los órganos hablados (a nivel orgánico todo está bien), sino como manifestación física de un trastorno de origen emocional o psicológico.

No es ningún secreto que somatizar el malestar psicológico con problemas a nivel físico. Y la pérdida de voz es una de las psicosomatizaciones más comunes. Los trastornos psicológicos significan que, a pesar de la ausencia de cualquier daño orgánico, las cuerdas vocales normalmente no pueden conectarse y/o separarse, lo que lleva a la pérdida vocal. Cambios repentinos en la vida, momentos de estrés emocional muy fuerte, trastorno obsesivo-compulsivo, situaciones de terror… Son muchas las situaciones en las que el malestar emocional puede provocar una mayor o menor pérdida de la voz.

Cuando se trata de un estado de momentos desencadenado por una experiencia negativa específica, no debemos preocuparnos. Todos hemos perdido la voz en algún momento por los nervios o cualquier otro estímulo psicológico. Pero si no encontramos la raíz de este malestar y/o la incidencia es demasiado alta, deberíamos ponernos en manos de un profesional de la salud mental..

3. Afonía traumática

La afonía traumática es aquella en la que se produce pérdida vocal como consecuencia de un traumatismo externo que daña el aparato del habla.. Es decir, no como la afonía por daño interno (excepto en aquellos casos por intubaciones intracraneales o implantación de sonda nasogástrica), sino por daño externo que resulta en pérdida parcial o total de la voz.

Hablamos de accidentes de tráfico que dañan los órganos del aparato del habla, heridas punzantes en la zona de la laringe, lesiones en el cuello, quemaduras… En este caso, el tratamiento requerirá intervención quirúrgica, aunque no puede ser reparado completamente en algunos casos. la capacidad de hablar y, a veces, incluso está contraindicado.

4. Afonía auditiva

Una afonía auditiva o audiogénica es aquella en la que se pierde la voz como consecuencia de una deficiencia auditiva.. Es decir, la afonía no aparece por somatización de trastornos psíquicos o internos (como el organismo) o lesiones externas (como las traumáticas), sino por hipoacusia.

En este caso, más que la afonía, está asociada a la generación de sonidos incomprensibles, porque la persona, si no escucha bien, normalmente no puede hablar. Suele aparecer, por tanto, por hipoacusia (dificultad para detectar sonidos) o por convivencia (incapacidad para detectar sonidos). El tratamiento se centrará en el tratamiento de estas deficiencias sensoriales del sentido auditivo.

Estamos, por tanto, ante un tipo de apnea que surge como consecuencia de una sordera mayor o menor, que se nota especialmente cuando el umbral de audición (intensidad de sonido mínima que el oído auditivo puede detectar) está por debajo de 90 dB.

5. Afonía funcional

La aponeia funcional es aquella en la que se produce una pérdida vocal debido a un cambio en alguna región del aparato del habla pero por lo tanto no se puede hablar de una lesión.. Es la forma más común y la dejamos para el final ya que no hay daño interno ni externo, la somatización no se debe a un problema psicológico, ni tiene relación con la sordera.

Entonces, ¿por qué es visible? Esta afonía funcional es una pérdida de la voz que generalmente se presenta por sobreesfuerzo de la voz, mal uso del aparato del habla, tonos musculares laríngeos débiles o exagerados, etc. El tratamiento es suficiente para corregir estos malos hábitos, lo que se puede lograr fácilmente con la ayuda de un logopeda.

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