Los 7 tipos de fracturas (causas, síntomas y gravedad)
Todos tenemos un amigo o familiar o un amigo que se rompió un hueso, y si no, quizás fuiste tú quien tuvo un mal día y se rompió un brazo o una pierna. Aunque las fracturas óseas son lesiones graves, causan hinchazón o se ven voluminosas, la mayoría se pueden resolver con un buen descanso y rehabilitación.
Pero, ¿qué es exactamente un descanso? Muy simple ruptura total o parcial del huesoNo importa si es solo una pequeña grieta o una gran ruptura. Pueden deberse a motivos muy diferentes. La mayoría de las veces es causada por un accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva.
La mayoría de las fracturas se curan bien y causan pocos problemas, pero el tiempo que tardan en curarse varía según muchos factores, como la edad del paciente, el tipo y la gravedad de las lesiones y la presencia de otras afecciones. En el artículo de hoy repasaremos los principales tipos de fracturas.
¿Cuáles son los síntomas de las fracturas óseas?
Cada fractura es diferente y sus síntomas dependen en gran medida del tipo de traumatismo, su localización y el estado de salud previo de la persona. Sin embargo, hay un conjunto de síntomas que son comunes en todas las fracturas útil para saber si debemos ir a un hospital. Veamos cuáles son.
- Dolor: El síntoma es capital y suele estar situado en el punto de ruptura. Aumenta dramáticamente con el más mínimo esfuerzo para movilizar el área afectada y cuando se aplica una presión uniforme (muy pequeña).
- impotencia funcional: La incapacidad para realizar las actividades en las que normalmente interviene el hueso.
- Deformidad: Depende mucho del tipo de fractura, pero algunas deformidades de forma son tan características que muchos expertos buscan saber qué es un hueso roto.
- Hematoma: Se produce al lesionar los vasos sanguíneos que irrigan el hueso.
- Fiebre: A veces, sobre todo en fracturas graves, puede aparecer fiebre sin infección. La fiebre puede deberse a la inflamación de los tejidos circundantes.
Vaya a la sala de emergencias más cercana si siente mucho dolor o hinchazón o si no puede usar o mover la parte del cuerpo lesionada.
¿Qué tipos de fracturas hay?
Dependiendo del tipo de trauma, los huesos se pueden romper de varias maneras. A veces, los fragmentos óseos están alineados y muy rectos. Pero por lo general están curvados, retorcidos, separados o apilados. A veces, su hueso se rompe en muchos pedazos muy pequeños.
Además, el profesional médico utiliza muchos términos para describir las distintas fracturas óseas, lo que hace que su clasificación pueda ser muy extensa. En este artículo aprenderemos sobre los principales tipos de fracturas, comprenderemos sus causas para aprender a distinguirlas mejor.
1. Descanso sencillo
Como su nombre indica, solo se trata de una línea quebrada, por lo que el hueso se rompe solo en una parte, generando dos fragmentos. El hueso permanece erguido sin más movimiento o lesión., considerado un quiebre estable. Generalmente es causado por un golpe directo al hueso. Las fracturas transversales, las fracturas lineales y las fracturas oblicuas pertenecen a este grupo (que difieren en el ángulo y la posición en relación con los ejes longitudinales del hueso).
Son de fácil reducción (procedimiento en el que se ajustan fragmentos óseos), lo que facilita su tratamiento y tienen un pronóstico favorable. El tratamiento se basa en técnicas de relajación y conservadoras similares al tratamiento ortopédico: técnicas no invasivas que buscan inmovilizar la parte afectada mediante el uso de férulas como escaloyas u otros dispositivos. El objetivo de este tratamiento es mantener los extremos de la fractura en contacto para que el tejido cicatricial pueda formar un callo que combine los dos.
2. Descanso común
Este tipo de fractura ocurre cuando el hueso se rompe en más de dos partes y muchas piezas se caen, como si fuera un cristal roto. Se necesita mucha fuerza para ellos y, a menudo, se producen traumas muy graves, como un accidente automovilístico o una caída. Esta es una infracción grave.
Este tipo de fractura puede, a su vez, clasificarse como fractura de fragmento de mariposa o fractura segmentaria. La fractura de los fragmentos de mariposa se caracteriza porque las piezas tienen forma de cuña, pero en el segmento segmentario, dos líneas de fractura separan un segmento óseo del resto del hueso.
La complicación típica de este tipo de fractura es la necrosis, ya que se puede interrumpir la vascularización de los fragmentos óseos. Suele tardar en cicatrizar y en ocasiones es necesaria la cirugía para resecar pequeños fragmentos para evitar complicaciones ya favor de la osteosíntesis entre fragmentos sanos para su correcta consolidación.
3. Rotura de espiral
También conocida como fractura por torsión, dependiendo de sus causas, la línea de fractura se dibuja en la superficie externa del hueso. El hueso se rompe en dos o tres partes grandes y no se generan pequeños fragmentos. Afecta principalmente a los huesos largos como el húmero y la tibia.
Este tipo de fractura se produce como resultado de aplicar torsión al hueso, de manera que el hueso tiende a torcerse sobre sí mismo hasta que la fuerza aplicada supera la resistencia elástica del hueso. Un claro ejemplo de este mecanismo lo encontramos en las fracturas de tibia, en las que la pierna gira sobre sí misma y el pie queda inmóvil en el suelo.
Aunque las fracturas son poco comunes, son muy difíciles de reducir y pueden poner en peligro los vasos sanguíneos o los nervios circundantes. Por esta razón, se requieren varias semanas o meses de tratamiento ortopédico.
4. Descanso abierto
Esta fractura ocurre cuando el extremo afilado de un hueso roto golpea la piel y cuando se rompe. El hueso suele reaparecer y solo queda un pequeño corte. Pero a veces el hueso se sale y se vuelve visible.
Así, una fractura abierta es aquella en la que, además de la fractura ósea, existe una lesión en la piel o tejidos adyacentes, que establece comunicación entre la fractura y el exterior, y todo riesgo de contaminación asociado con: permitir microorganismos y suciedad entrar en el interior del hueso roto y causar una infección ósea, evitando así que la fractura se cure.
Este tipo de fractura suele presentarse cuando la persona presenta un traumatismo que supera su gravedad en la capacidad de soporte del hueso. Pero también puede ser el resultado de un impacto de algo que golpea y rompe el hueso, como una bala. En estos casos, no es necesario que la herida esté al mismo nivel que la fractura del hueso, aunque sí en el mismo segmento corporal.
En ambos casos, el principal complejo es que el hueso expuesto se infecta, que puede provocar sepsis y osteonecrosis, lo que puede comprometer la cicatrización ósea y provocar la pérdida de una extremidad. Por ello, las fracturas abiertas son una emergencia médica y el inicio del tratamiento debe ser oportuno y adecuado para minimizar el riesgo de complicaciones.
5. Descanso cerrado
A diferencia de las fracturas abiertas, las fracturas cerradas se caracterizan no es una herida presente lo que transmite el foco del billete al exterior. Aunque algunas fracturas abiertas pueden contener heridas, son superficiales y no representan un riesgo grave de infección.
Para que se produzca este tipo de fractura, el hueso necesita recibir un traumatismo más severo del que puede soportar, similar a lo que sucede con las fracturas abiertas.
Sin embargo, los traumatismos graves no siempre son necesarios, ya que pueden deberse a otras patologías que afectan a los huesos, como neoplasias u osteoporosis (que es la causa más frecuente). generalmente comunes). En estos casos, los huesos se rompen por un traumatismo de baja intensidad.
Su signo más visible es la deformidad de la parte afectadaporque la descomposición del hueso hace que las otras partes del cuerpo se asocien con el hueso en cuestión. Sin embargo, dependiendo de dónde ocurra la fractura, como la pelvis o el húmero, es posible que se necesite una radiografía o una tomografía computarizada para detectarla.
Las fracturas cerradas no son una emergencia médica en sí mismas, a menos que haya evidencia de lesiones vasculares. No obstante, se recomienda el traslado a un centro especializado para evitar la aparición de complicaciones.
El tratamiento conservador y ortopédico suele ser el más recomendado en este tipo de fracturas, a excepción de politraumatismos o lesiones que requieran intervención quirúrgica.
6. Rotura de tallo verde
Se considera una fractura incompleta porque solo se rompe un lado del hueso y el hueso se dobla.. Como una fractura de rama de un árbol joven y son fracturas que se dan principalmente en niños, donde a pesar del débil desarrollo del tejido óseo (en cuanto a calcificación y resistencia), los huesos se astillan.
Son fáciles de reducir ya que no hay desplazamiento, pero el problema en este tipo de fracturas es que existe riesgo de fractura persistente debido a la gran elasticidad de los huesos de los lactantes. Suelen producirse como consecuencia de una caída, ya que las fracturas de manos son más frecuentes que las de piernas, ya que la reacción habitual es estirar los brazos para mitigar la caída.
Su tratamiento se basa en la relajación e inmovilización del hueso mediante una férula que une las partes partidas del hueso para que puedan cicatrizar. El riesgo de este tipo de fracturas es mayor en niños pequeños (menores de diez años), ya que tienen los huesos más blandos. Una de las complicaciones es que el hueso se rompe por completo, de ahí la importancia de un buen tratamiento.
7. Romper el estrés
Poco se sabe del tipo roto y Ocurre debido al movimiento repetitivo que debilita gradualmente la estructura ósea hasta que se lesiona y se produce la fractura.. Por lo tanto, no hay antecedentes de trauma agudo. Es bastante común entre corredores, futbolistas o mujeres que se dedican profesionalmente al deporte. Para este último punto, existen estudios que relacionan la amenorrea y la descalcificación con un mayor riesgo de padecerlas. De la misma manera, les sucede a los militares oa las personas que ejercen oficios donde sus huesos están sometidos a fuertes tensiones.
Suele haber un desequilibrio entre la intensidad física y la capacidad del hueso para soportar esta actividad. Es un mecanismo repetitivo que eventualmente daña el hueso, debido a la fatiga. En ocasiones también sucede que el hueso tiene poca capacidad para soportar estas cargas (la osteopenia, la osteoporosis y la desnutrición pueden ser factores predisponentes).
La fractura por estrés aparece en la tibia, metatarsianos, rótula, cuello del fémur, pero se puede ver en otras áreas. En última instancia, cualquier hueso que esté bajo sobrecarga mecánica puede causar esta lesión. Es una ruptura que se va viendo poco a poco.
En algunas regiones, donde existe riesgo de fractura ósea, es muy importante el diagnóstico precoz, que requiere pruebas de imagen más avanzadas que las radiografías, como la resonancia magnética o la gammagrafía ósea.
El tratamiento que reciben es similar al de otras fracturas en que el hueso tiene la capacidad de regenerarse, aunque la recuperación suele ser más lenta. Por ello, la mayoría son tratados con terapias conservadoras (relajación y rehabilitación) y no siempre es necesario inmovilizar. La cirugía sólo se utiliza cuando existe un alto riesgo de fractura.
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